Lima (Peru.com).- El exitoso productor de TV Guillermo Guille se fue y, antes de hacerlo, nos dejó algunas cartas que quiso compartir con los lectores de Peru.com. Él dijo en una: "Yo concibo un Perú sin ceviche, incluso, hasta un Perú sin coima, pero un Perú sin fútbol, no sería Perú". ¡Adiós maestro!
Peru.com le ofrece a los familiares del talentoso hombre de TV nuestro más sentido pésame. Cabe informar, que Guille estaba a punto de tener su columna en nuestro portal. Aquí, una de sus reflexiones, a manera de homenaje:
"Alberto Beingolea se quiere suicidar. Phillip Butters está pensando seriamente en hacerse el harakiri. Eddie Fleischmann ya compró gasolina y fósforos para quemarse como un bonzo. Lucho Trisano se quiere tirar de un avión sin paracaídas.
¿Qué les está pasando a nuestros más prestigiosos periodistas deportivos, especialistas en fútbol? ¿Quién tiene la culpa de que se quieran quitar la vida? ¿A todos los dejó la misma hembrita? ¿Están fumando de la mala? ¿Han jugado ouija y están convulsionando?
No señores, no. La culpa de que todos los periodistas deportivos se quieran morir, la tiene Burga. El ‘caprichosito’ se aferró al sillón de la presidencia de Federación Peruana de Fútbol y, nos hace recordar a la española Lolita cuando cantaba: “No renunciaré…”.
¿Cómo no se van a querer matar Alberto, Phillip, Eddie y Lucho? Por el capricho de Burga de no querer renunciar, la FIFA nos acaba de desafiliar, por ahora momentáneamente. Desafiliados de la FIFA madre que nos parió, no vamos a poder seguir jugando las Eliminatorias al Mundial. No vamos a poder jugar Copa Libertadores, ni Copa Sudamericana, ni Sub 20, ni Sub 17, ni Sub nada. Lo único que podríamos seguir jugando, sería: el Mundialito del Porvenir y partidos de barrio contra barrio.
¿Se imaginan? ¿Los cuatro iniciando una nueva vida trabajando? ¿Pero de qué? ¿Dónde? A ver. Alberto Beingolea, que es el único lampiño con bigote, por su look, podría ganarse la vida cantando como mariachi mexicano. Phillip Butters podría trabajar con Carlos Álvarez y JB, haciendo la imitación del Gordo Casaretto. Eddie Fleischmann, que es tan serio, tan circunspecto, podría interpretar el papel de Monseñor Cipriano (el día que a Michelle Alexander se le ocurra hacer la miniserie: “Suspiro de Monja”). Y Lucho Trisano, que es graciosísimo cuando habla en serio y, que todas las noches hace un derroche de gracia personal, podría canalizar su vena histriónica haciendo shows en la cadena de pizzerías Rústica, dirigido y producido por ‘Brad Pizza’.
Pero no es el futuro laboral de estos señores lo que me preocupa. Lo que me preocupa es, nuestro futuro. El mío, el suyo, el de todos. ‘Chapatín’ Woodman es más caprichoso que Burga y, para colmo, dice lisuras.
¿Ustedes se imaginan lo que va a ser el Perú sin fútbol? No quiero ni pensarlo. Va a ser horrible. Yo concibo un Perú sin ceviche, incluso, hasta un Perú sin coima, pero un Perú sin fútbol, no sería Perú. Porque a los peruanos que nos encanta sufrir, nada nos hace sufrir más que el fútbol.
No poder pasarnos horas tratando de explicar por ejemplo: Porque sí, con Brasil nos convenía jugar en la altura, la misma altura en la que Ecuador nos metió cinco. No volver a ver a ‘Chemo’ riendo cuando nos hacen goles, y lo que es peor, no poder comprobar con resultados a la vista, ¿cuántos partidos más tiene que perder para que lo boten igual que a Uribe? No poder volver a ver a la ‘Foquita’ Farfán, pidiéndole la camiseta a Ronaldinho. No poder enterarnos que fue lo que comió Paolo Guerrero en su salida al “Fridays”. Desterrar de nuestra mente, la fantasía casi sexual, de que un día Pizarro haga un gol jugando para nuestra selección. Vivir sin el placer de estar haciendo cuentas, para saber si matemáticamente todavía podemos clasificarnos.
¿Estaríamos condenados solamente, a seguir viendo los goles de ‘Cachito’ Ramírez en la Bombonera? ¿Sin fútbol de qué nos vamos a ocupar? ¿De qué? A ver. ¿De tratar de que en nuestros hospitales nos contagien el Sida en una transfusión? ¿De que cuando haya donaciones no se las roben? ¿De tratar de combatir la corrupción? ¿De qué? ¿De elegir mejores presidentes para el Perú?
Señores, dejémonos de tonterías. Presidente del Perú puede ser cualquiera. Pero el único que puede ser Presidente de la Federación Peruana de Fútbol, nos guste o no, es Burga. Porque sino, la FIFA nos desafilia. Nos quedamos sin fútbol. Y la vida sin fútbol no tiene sentido. ¿Acaso no se han dado cuenta? Si a los hombres nos quitan el fútbol, la única distracción que nos queda, son las mujeres".
Peru.com
Peru.com le ofrece a los familiares del talentoso hombre de TV nuestro más sentido pésame. Cabe informar, que Guille estaba a punto de tener su columna en nuestro portal. Aquí, una de sus reflexiones, a manera de homenaje:
"Alberto Beingolea se quiere suicidar. Phillip Butters está pensando seriamente en hacerse el harakiri. Eddie Fleischmann ya compró gasolina y fósforos para quemarse como un bonzo. Lucho Trisano se quiere tirar de un avión sin paracaídas.
¿Qué les está pasando a nuestros más prestigiosos periodistas deportivos, especialistas en fútbol? ¿Quién tiene la culpa de que se quieran quitar la vida? ¿A todos los dejó la misma hembrita? ¿Están fumando de la mala? ¿Han jugado ouija y están convulsionando?
No señores, no. La culpa de que todos los periodistas deportivos se quieran morir, la tiene Burga. El ‘caprichosito’ se aferró al sillón de la presidencia de Federación Peruana de Fútbol y, nos hace recordar a la española Lolita cuando cantaba: “No renunciaré…”.
¿Cómo no se van a querer matar Alberto, Phillip, Eddie y Lucho? Por el capricho de Burga de no querer renunciar, la FIFA nos acaba de desafiliar, por ahora momentáneamente. Desafiliados de la FIFA madre que nos parió, no vamos a poder seguir jugando las Eliminatorias al Mundial. No vamos a poder jugar Copa Libertadores, ni Copa Sudamericana, ni Sub 20, ni Sub 17, ni Sub nada. Lo único que podríamos seguir jugando, sería: el Mundialito del Porvenir y partidos de barrio contra barrio.
¿Se imaginan? ¿Los cuatro iniciando una nueva vida trabajando? ¿Pero de qué? ¿Dónde? A ver. Alberto Beingolea, que es el único lampiño con bigote, por su look, podría ganarse la vida cantando como mariachi mexicano. Phillip Butters podría trabajar con Carlos Álvarez y JB, haciendo la imitación del Gordo Casaretto. Eddie Fleischmann, que es tan serio, tan circunspecto, podría interpretar el papel de Monseñor Cipriano (el día que a Michelle Alexander se le ocurra hacer la miniserie: “Suspiro de Monja”). Y Lucho Trisano, que es graciosísimo cuando habla en serio y, que todas las noches hace un derroche de gracia personal, podría canalizar su vena histriónica haciendo shows en la cadena de pizzerías Rústica, dirigido y producido por ‘Brad Pizza’.
Pero no es el futuro laboral de estos señores lo que me preocupa. Lo que me preocupa es, nuestro futuro. El mío, el suyo, el de todos. ‘Chapatín’ Woodman es más caprichoso que Burga y, para colmo, dice lisuras.
¿Ustedes se imaginan lo que va a ser el Perú sin fútbol? No quiero ni pensarlo. Va a ser horrible. Yo concibo un Perú sin ceviche, incluso, hasta un Perú sin coima, pero un Perú sin fútbol, no sería Perú. Porque a los peruanos que nos encanta sufrir, nada nos hace sufrir más que el fútbol.
No poder pasarnos horas tratando de explicar por ejemplo: Porque sí, con Brasil nos convenía jugar en la altura, la misma altura en la que Ecuador nos metió cinco. No volver a ver a ‘Chemo’ riendo cuando nos hacen goles, y lo que es peor, no poder comprobar con resultados a la vista, ¿cuántos partidos más tiene que perder para que lo boten igual que a Uribe? No poder volver a ver a la ‘Foquita’ Farfán, pidiéndole la camiseta a Ronaldinho. No poder enterarnos que fue lo que comió Paolo Guerrero en su salida al “Fridays”. Desterrar de nuestra mente, la fantasía casi sexual, de que un día Pizarro haga un gol jugando para nuestra selección. Vivir sin el placer de estar haciendo cuentas, para saber si matemáticamente todavía podemos clasificarnos.
¿Estaríamos condenados solamente, a seguir viendo los goles de ‘Cachito’ Ramírez en la Bombonera? ¿Sin fútbol de qué nos vamos a ocupar? ¿De qué? A ver. ¿De tratar de que en nuestros hospitales nos contagien el Sida en una transfusión? ¿De que cuando haya donaciones no se las roben? ¿De tratar de combatir la corrupción? ¿De qué? ¿De elegir mejores presidentes para el Perú?
Señores, dejémonos de tonterías. Presidente del Perú puede ser cualquiera. Pero el único que puede ser Presidente de la Federación Peruana de Fútbol, nos guste o no, es Burga. Porque sino, la FIFA nos desafilia. Nos quedamos sin fútbol. Y la vida sin fútbol no tiene sentido. ¿Acaso no se han dado cuenta? Si a los hombres nos quitan el fútbol, la única distracción que nos queda, son las mujeres".
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